De fiesta...

Entré en el local acompañado de Genis. Nunca había estado en un lugar así, así que me quedé en blanco en la entrada sin saber que hacer. Ganis avanzó. Temí perderle entre tanta gente así que le agarré la mano y me apreté a él acompañándolo sin separarme de él ni un instante.

Me agarró muy fuerte, no entiendo el porqué, este local ya me lo conocía de memoria asi que podría pasear por allí hubiera la gente que hubiera. Continué andando hasta llegar al centro de la pista, había música, buen ambiente y gente, mucha gente con la que poder bailar, asi que no dudé ni un minuto y comencé a moverme pegándome cada vez más a Rei, al son de la música, mirandole a sus ojos dorados y apartandome de vez en cuando con una sonrisa pícara en los labios.
Que pasa...¿No te gusta?
Me sonrojé un poco y me acerqué a la barra a pedir algo de beber, un wisky con chocolate, la mezcla perfecta para esta noche. Sé que soy un poco joven para beber pero esa noche estaba dispuesto a cualquier cosa.
Cuando el camarero me sirvió el vaso con lo que le pedí, me acerqué a donde estaba Rei, pero empecé a bailar solo, mirando a otros chicos, sonríendo pícaramente.

observé como bailaba muy cerca de mi una vez en la pista de baile. Evité el contacto con él. Vi su rostro. Me preguntó que si no me gustaba. Ese era el problema. Me gustaba....demasiado. Me quedé solo en la pista cuando el fue a por bebida. al rato volvió...pero dejo de hacerme caso...empezó a hacer señas a otros chicos...
Necesito un trago... me excusé enfadado dirigiéndome a la barra.
No pedí nada. No estaba como para beber algo aquella noche. Apoyé la cabeza en la barra agotado. ¿Porque prefería a los demás antes que a mi?

Ví como iba a por un trago, algo tristón. Mi plan de darle celos no funcionó, pero necesitaba que se activara un poco y que viniera él a por mi. Asique continué bebiendo y bailando mirando a todas partes a ver si había vuelto.
Miré a un par de chicos que me podrían interesar bastante, asique me acerqué un poco y me puse a bailar con ellos mientras seguía mirando de reojo a ver si le encontraba. Ñaa...
Pusieron una de mis canciones favoritas asique me puse a bailar con todas mis ganas, mientras la gente me miraba, pero como había bebido bastante no me daba ni cuenta, mientras continuaba moviendome al compás de mi canción.

Miré triste como bailaba con otros chicos felizmente. Lo que mas jodia de todo aquello es que todos los chicos eran mas o menos de su edad. Cerré los ojos. Yo no encajaba en su vida.
Camarero... murmuré cuando se acercó.
El corpulento hombre se giró y me miró expectante.
Por favor cobra de esta cuenta de tarjeta de crédito toda la bebida de aquel chico, señalé a Genis de esta noche.
El camarero asintió y tras cederle el numero de la tarjeta y la firma me levanté dirigiéndome hacia la puerta del local.

Seguía bailando. Uf.. que aburrimiento, no sabían bailar ninguno, asique me fui un poco más lejos y miré la puerta. ¡Se estaba yendo! Arrghh !! ¿Porqué no se pone celoso? Seguramente no le guste... Bueno eso no importa, tenía que detenerle. ¡¡Reeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeiiii!!
Grité mientras corría hacia él. ¿Dónde te crees que vas? Tú te vienes a bailar conmigo ahora mismo. Recuerda que esta noche, es nuestra noche. Le agarré de la camiseta y dejé la copa en una mesa vacía, le cogí de la cintura y cuando pusieron una canción lenta comenzamos a bailar mirandonos a los ojos.

Oí un extraño grito infantil por encima de la música. Genis me llamaba. ¿Que querría? Note como me cogía de la manga llamando de mi atención. Me giré un poco. Depositó su vaso en la mesa corriendo y me arrastró de nuevo a la pista de baile justo cuando pusieron una canción lenta. Me puso las manos en la cintura. Sonriendo, le rectifiqué y le coloqué los brazos alrededor de mi cuello agarrándole to de la cintura. Bailemos esa canción mirándonos a los ojos.
Cosita linda... susurré para romper el hielo evitando besarle.

Ponte celoso... y reclámame como tuyo. Nada más pronunciar esas palabras me perdí en mis cinco sentidos.
Mis manos rozaban su piel... su cálida piel que contrastaba con la frialdad de la mía. Mis oidos escuchaban una canción de amor y su respiración acompasada a su corazón llameante. Mis ojos se perdían en los suyos sin poder apartar la vista nada más que para mirar sus labios. Mi boca.. estaba deseosa de probar de nuevo su saliva, y rozar sus labios, deseosos de lujuria... Y, mi olfato, solo le expiraba a él, su olor, su aroma embriagador que me llevaba al paraíso por unos instantes. El alcohol y el chocolate me estaban afectando bastante pues empecé a acariciar su cuello, mientras con otra mano bajaba despacio por su pecho, posando la palma entera intentando sentir su corazón.

Sentí como me acariciaba el pecho. Me estremecí. ¿Que debía hacer? Sabia que aquello estaba mal que si Genis se encaprichaba conmigo al final acabaría sufriendo por mi culpa. Pero el instinto interior era mas poderoso. Suspiré. Aquel sentimiento de deseo no era normal. Besé la frente de Genis sintiendo el aroma de su cabello a frutas.
Genis.... gemí intentando mantener el control de mi cuerpo.
Le hice mirarme y acerqué mi frente a la suya.

Se acercó a mis labios mucho, demasiado. Sabía que invadía mi espacio, pero yo se lo permitía, por supuesto.
También sabía que si continuaba excitandole me iba a doler, y mucho. Pero... En verdad quería hacerlo con él. Quería que fuera el primero para mí, ese era mi deseo en ese instante asique continué.
Rei... Le gemí justo a dos centímetros de sus labios antes de besarle con toda la pasión que llevaba escondida en mi pequeño cuerpo de niño.

Le escuché usar mi nombre a modo de gemido a escasos centímetros de mis labios. ¡¡Dioooooos!! Ese niño era lo mas morboso y sexy que existía en el universo.
Genis... murmuré yo sonriendo.
Me besó. Bueno, me morreó. Puso toda su pasión en aquel beso entregándose por completo a mi. yo también me entregué al beso agarrándole fuerte de la cintura y atrayendole a mi. Acaricie su lengua con dulzura pero al mismo tiempo con lujuria. Sentí su aliento a alcohol y chocolate y su sudor de bailar. Con los ojos cerrados, imaginé que aquella noche la pasaría con él.

Noté como rozaba su lengua con la mía, despacio pero a la vez deprisa. Me estaba deshaciendo allí mismo, no sabía que hacer porque había tomado el control de una forma completamente inexperta. Abrí la boca todo lo que pude mientras introducía mi lengua todo lo profunda que podía.
Estaba sudoroso de bailar y me aparté mordiendole el labio inferior. Me encantaba hacerlo, su labio era tan carnoso... perfecto para morderlo con suavidad. R..rei... vayamonos al hotel... Me sonrojé mucho tras decir eso. No estaba seguro pero mis deseos eran claros, asique le cogí de la mano esperando una respuesta mirandole a los ojos rojísimo.

Se separó mordiendo mi labio. Nunca nadie me lo había hecho. Reí interiormente al pensar que Genis me había desvirgado de alguna manera. Sudando, me pidió que fuéramos al hotel. Me agarró de la mano. Me estaba mirando rojizo esperando mi respuesta. Le acaricié la mejilla con dulzura y le susurré al oído.
Vale...pero no te haré nada que no quieras cosita linda... susurré mordiéndole el lóbulo de la oreja y apretándole la mano.

Me repitió esa frase que me dijo la otra vez. Me estremecí.
Y..yo...n..no sé... Me eché atrás. No quería, me daba más miedo cuando me decía eso, como si me fuera a doler tanto que iba a reventar.
D..dejemoslo...p..por hoy... vámonos a la cama... Le dí un pico y fuí directo a la entrada cogido de su mano, sin decir nada, mirando al suelo.

Le apreté con cariño la mano cuando se asustó al pensar en hacer el amor aquella noche. Le entendí perfectamente. Le abracé por detrás en la salida del local. El frío de la calle había aumentado y noté como el agradecía mi contacto.
Genis...¿pasaras esta noche abrazado a mi? pregunté besandole la coronilla.
Noté como su cuerpo se relajaba entre mis brazos y inseguro esperé su respuesta cerrando los ojos sintiendo su olor....

Salimos fuera del local, hacía frío. Me abrazó por detrás como cuando el botecito de la sal.
Me relajé, me encantaba estar entre sus brazos notando su calor y agradeciendolo con una sonrisa. Me dió un inocente beso en la coronilla, insinuando que se quería venir a dormir conmigo.
Si quieres dormir conmigo... por mi perfecto. Me besó la coronilla y continué encogido entre sus brazos y su pecho.

Te cogí la mano sonriéndote con dulzura.
Vamos... te dije sonriendo de oreja a oreja llevándote a tu casa.
(el rol continua en tu casa Genis)