Apoyado en la barra

Sin decir nada, le abraze. Era una de las pocas personas con las que me habia sentido bien, e incluso con mis amigos, a veces me sentia alejado.. Le mire una ultima vez y me fui de aquel sitio ya abarrotado de gente

De repente me abrazó, sin abrir la boca.
Se dio la vuelta y se marchó.

Me quedé un poco anonadado...

-¿Por qué habrá hecho eso?-Pensé.

La única persona que me había abrazado antes era mi madre. Esa persona tan especial para mí.
Pero este chico al que apenas conocía, me abrazó. Me sentí alagado por su muestra de cariño, pero a la vez... Extraño.

Volví a pedir un ron. Ahora solo necesitaba una pequeña y dulce presa para acabar el día...

Necesitaba dejar de pensar en todos los problemas que tenia acumulados, almenos por un rato, pero al llegar al club me hicieron enseñar el carnet y eso me fastidio aun mas la noche. Entre caminando con desgana, soltando un suspiro de resignacion por la escena que me habian echo en la puerta. Seguia pensando en mil cosas, sin prestar atencion a la musica o la gente cuando llegue a la barra. Me sente en uno de los taburetes y pedi una cerveza. Volvio a pasarme lo mismo, el camarero se me quedo mirando.
-Que estas esperando? ponmela, me han dejado entrar no?- le hable con cierto tono irritado, arrepintiendome un momento despues por mis maneras, ya que el hombre no me habia hecho nada y yo la pague con el. Me la sirvio en un instante y nada mas cogerla bebi buena parte de un solo trago, suspirando despues, cerrando los ojos y posando la frente en la barra.

Al cabo de unos minutos entró un muchacho bastante menudo, llevaba un rostro bastante disgustado por alguna razón.
Se sentó en uno de los taburetes de la barra y pidió una cerveza muy malhumorado.

¿Sería en realidad una persona arrogante?-pensé.

Pero no lo creía de verdad. Puede que hubiera pasado un mal día o algo por el estilo.

Era un chico un tanto extraño de aspecto. Pelo rojizo, un maquillaje bastante visible en los ojos, y un kanji dibujado en su frente. ¿Sería un tatuaje?

"Ai" Me resultó gracioso ver que aquel hombrecillo de mal carácter llevara puesto la palabra "amor" en la frente.

Me dediqué a observarle un buen rato mientras terminaba mi bebida.

Segui por un rato apoyando la frente en la barra, hasta que senti que alguien me estaba observando. Mire de reojo a los lados y entonces lo vi, no me quitaba los ojos de encima mientras terminaba su trago. Ni siquiera intentaba disimular. Le mire mal en un principio, pero luego suavice mi mirada, calmandome un poco, ya que ni tan siquiera lo conocia. Me fije por un momento, era un tipo alto y bien parecido. Se me hizo un poco raro ver a alguien con su aspecto en semejante antro. Alce la vista para mirarle a la cara y ablarle lo menos arrogante que pude. -Pasa algo?-

Al parecer el chico notó que le miraba, y se decidió por preguntarme que si pasaba algo.

-No, tranquilo. Simplemente me preguntaba que harías por aquí. Eres bastante lindo, pero se ve que algo te molesta.-le respondí.

La verdad es que fui bastante directo al decirle aquello. Lo hice un poco sin pensar, pero a la vez deseaba saber si de verdad era agradable o no ese muchacho. La curiosidad me mataba.
No le quité la vista de encima ni un solo segundo.

Cuando me respondio, me sorprendi un poco de lo directo de sus palabras, y aunque me molesto lo de lindo, intente no mostrar una cara demasiado molesta ni un tono de voz muy arrogante al hablarle.
-Logico que este molesto, vengo para desconectar del trabajo y me tratan como si fuera un crio- suspire con resignacion -que a estas alturas aun me pidan el carnet,... me pone de un humor de perros...- contemple un instante el botellin de cerveza y luego di otro trago.

Así que era por eso... Ahora ya no me parecía tan arrogante. Supongo que eso molestaba bastante...

-Comprendo...- dije mientras observaba como daba un trago a su bebida.

Se veía tan maduro de carácter... En comparación a mí, yo si que era un auténtico crío.
Aunque ese aspecto lo hacía un poco más misterioso en mi opinión. Alguien adulto, con ese aspecto tan delicado hacía que mis ojos brillaran.

-Supongo que es un rollo ir por ahí dando el carnet. Aunque bueno... tu carácter te hace parecer aún más lindo.

Pensé que a lo mejor le molestaba eso de que le hubiera llamado ya dos veces lindo en menos de diez minutos. Pero esa palabra salía de mí sin percatarme siquiera.

Deje el botellin en la barra y le mire un instante de arriba a abajo, con cara algo seria.
-Seguro que lo comprendes? no se que edad tendras, pero por tu apariencia y altura deben ponerte rondando cerca de los veinte...- resople mientras volvia a mirar mi cerveza.
Al escucharle hablar de nuevo, me parecio que su vocabulario era algo infantil, quien decia aun eso de "es un rollo" ? me rei en mi fuero interno, pero cuando le oi decirme de nuevo lindo, le mire entornando los ojos, bastante molesto. Enseguida desvie la mirada, dejandola vagar por la sala, respirando hondo para relajarme y no enfadarme.
-Podrias dejar de llamarme lindo? me resulta muy molesto...- ya calmado le mire de nuevo, esperando que no notase mi enfado contenido.

Le noté enfadado aún. Mejor sería no meterme mucho con él, aunque eso me encantaba.
Dijo que que seguramente me ponían rondando los veinte años, y era cierto. Nunca me pedían el carnet, y me dejaban entrar a cualquier lugar.

-Pues la verdad es que suelen pensar que tengo unos veinte, sí. Pero hay veces que no me siento tan orgulloso,¿sabes? Supongo que se verá un poco patético pero es cierto.¡Ah! Tengo diecisiete-esto último lo dije susurrando temiendo que el camarero de la barra dejara de servirme bebida como de costumbre.

Al escucharle decir que el llamarle "lindo" le resultaba molesto, simplemente corroboró lo que ya pensaba anteriormente.

-Lo siento mucho, supuse que te molestaría. Perdón.- lo dije mientras reía y seguidamente di un sorbo a mi bebida.-Y bueno, si no puedo llamarte "lindo", ¿cómo crees que podría halagar tu belleza?

Amaba la belleza de ese chico, tan delicado de apariencia pero bastante terco de carácter.