Disculpas...

Cuando dijo aquella primera frase, esbocé una sonrisa triunfal en mi rostro.
Había ganado y conseguido lo que quería, así que ya estaba a su merced. Me tensé un poco cuando empezó a desabotonar mi camisa, escurriéndose esta y dejando uno de mis hombros al descubierto.
Antes de que se acercara del todo y que uniéramos nuestras bocas, sonreí un poco. Cuando por fin probé el sabor de esos labios todo su aroma, el sabor de su boca, y sus manos me embriagaron.No pude evitar soltar un pequeño gemido dentro del beso...Es como cuando anhelas por mucho tiempo una cosa, y cuando la consigues tienes una felicidad increíble...Lo mismo me pasaba a mí.
Seguí el beso dulcemente, sin hacerlo más húmedo o más pasional...Sólo me dediqué a admirar el roce de sus labios.
Unos segundos más tarde, me separé, abrazándolo y medio maullándole al oído, con un suspiro de satisfacción:
Nyaa~-Dije mientras rozaba la punta de mi nariz con su cuello.

Me sonrojé un poco y mi piel se erizó cuando comenzó a acariciar mi pecho. Su mano era tan suave...
Hice que se tumbara, quedando yo encima,ahí, en el hueco entre su hombro y su oído, costándome admitir que tenía toda la razón del mundo.
Admiré el tacto de sus manos en mi piel, a parte de que me reconfortara que estuviesen frías, ya que la temperatura de mi cuerpo había aumentado.
Besé suavemente su mejilla y volví a mi sitio, abrazándolo.
Sí...-Dije afirmando la cuestión anterior, algo que me daba mucho pudor...Ya se había dado cuenta de que estaba loco por sus labios, así que ahora se lo aseguraba yo completamente...No creo que suponga algún problema o...molestia para él...Seguramente me vería como un niño caprichoso que tenía un calentón...Yo no quería que me viese así...Pero tampoco sabía sus sentimientos...

Me sonrojé un poco al escuchar su propuesta, si aquello me lo hubiera dicho hace nada, hubiera salido corriendo...Pero ahora, que yo estaba semi-desnudo, y con pensamientos no muy inocentes en mi cabeza.
Deslicé mi mano que la tenía en su cuello hacia el primer botón, soltándolo con delicadeza, mirándolo a continuación a ver su reacción, cuando ví que no era mala, quité rápidamente los demás, tumbándome encima de él, mientras que pasaba mis pequeños brazos por los de la camiseta, quitándola con delicadeza y poniéndola a un lado.
Cuando aterrizó en la silla donde había dejado su ropa, me tumbé encima de él, dejando un pequeño beso en su mentón, y luego sonreí un poco para mí.
Esperaba que no me viese...tan..emocionado.

Pensé tranquilamente durante unos instantes.
"¿Debería perder las orejas?"
Ya tenía trece años...Pero más madurez que un niño corriente de trece años...Pero también me preocupaba lo que pensaran de mí...
Decidí contestarle...Tomando ejemplo de la frase que me había dicho anteriormente, que daba igual lo que pensaran los demás de mí...Así que pensé en que decir durante dos o tres segundos...
Llegué a la conclusión de que hablándole se rompería un poco...bastante la atmósfera, así que me acerqué a sus labios y los besé,apoyándome en su pecho, como la respuesta afirmativa a su pregunta.

Noté su mano en mis partes traseras. Cuando atrajo mi hombría hacia su cadera no pude evitar soltar un pequeño suspiro de placer. Hacía bastante que...bueno...Alguien no me estimulaba de aquella forma, y estaba muy sensible.
Me besó, e intenté corresponder al beso. Digo intenté por que él besaba bastante bien...Y mi boca era aún algo inexperta.
Cuando noté el hilo de saliva que unía nuestras bocas, lo rompí lamiendo un poco sus labios, y a continuación besándolo durante poco tiempo. Y sí, para mí, sus labios eran adictivos.
En esto de seducir, no era muy bueno, y casi nulamente experto, así que dejé mi cuerpo, mis sentidos, y mis sensaciones a su merced, diciéndoselo con una mirada de mis ojos violetas.

Esbocé una pequeña sonrisilla pervertida cuando me dijo que le quitara los pantalones, y así lo hice.
Pasé mi mano derecha por su torso, hasta llegar al botón del pantalón, que desabroché sin cuidado.
Luego, lentamente, fui bajando la cremallera, intentando que rozase un poco con el bulto que había allí.Después de esto, lo miré con una mirada un poco lujuriosa. Sinceramente, quería ver su cara de placer...Eso sería impresionante.
Y sí, a veces, me afloraba mi lado dominante, aunque normalmente era pasivo. Pero no se puede comparar a nada la cara de placer de alguien, y más, si ese placer lo proporcionas tú.
Tranquilamente, me quité de encima suya, para ponerme de rodillas y tirar de una de las perneras del pantalón, y sucesivamente la otra, hasta quitarlo por completo.
Cuando terminé, me incorporé otra vez en la cama, y fui andando a gatas hacia él, quedándome muy cerca de su boca, pero no besándolo.

Cuándo él quedó encima, no pude evitar abrir mis piernas, inconscientemente.
Deseoso de sus caricias, de sus mimos de sus besos...Y de calentarle más. Me estaba empezando a gustar ese juego.
Solté un maullido mirándole.
Nyaah~-Dije mientras me aferraba a su cuello, pegándome más a él.
La verdad es que me daba pena por una parte perder las orejas...Ya no podía ser un neko ni actuar como uno de ellos...cosa que me gustaba mucho, y que me servía para provocarle bastante. Cosa que también me gustaba.
Esperaba que ocurriese un milagro y que mis orejas y mi cola se mantuvieran en su sitio...Pero era algo relativamente imposible...
De todas maneras, no podía ser gato toda la vida, con todo lo que me gustaba.

Ronrroneé un poco cuando noté sus besos por mi cuerpo...tan dulces, tan delicados...Aquello era un manjar.
Pero, como tenía los ojos cerrados, no sabía hasta donde iba a llegar, así que cuando llegó al bulto que había en mis boxers no pude evitar soltar un sonoro gemido.
Sentía que me iba a morir de placer.
Mi respiración comenzó a agitarse cuando continuó con aquellas atenciones ahí abajo, mientras que mis piernas se abrían más para él y mi mano iba a su cabello, acariciándolo suavemente.
Cuando me preguntó si quería que parara reí un poco. ¿Y quedarme así? ¿En esas condiciones? ¿Con las ganas de que siguiera y que se apoderara de mí? Estaba loco. Pero de igual manera tenía que responderle, vaya a ser que se pensase una cosa equivocada.
Nhm...n-no...sigue...-Dije bajito, ya que al hablar, no podía contener algunos jadeos y pequeños gemidos que me causaba éste. Aquella era la primera vez que me hacían aquello. Con Seimei no llegué a...tanto. Pero se sentía deliciosamente placentero. Y más con alguien experto. Me pregunté donde había aprendido a hacer todo aquello.

Cuando me quitó los boxers me sentí como...desprotegido o algo así.
Teniendo en cuenta de que no había estado desnudo delante de una persona así...Abierto de piernas y con las mejillas un poco sonrojadas. Para mí era una sensación un poco embarazosa.
Moví un poco las caderas indicando que podía seguir si quisiera...Que eso también era...No quería obligarle a hacerme nada que él no quisiera. Así que aunque estuviera con mi pene erecto y palpitante, que dolía y todo.
Esperé pacientemente a que continuara, mientras le acariciaba la cara con mi mano izquierda, suavemente, pasando por sus orejas, su boca, y su pelo, acariciando todos los mechones naranjas que mi pequeña mano pálida abarcaba.

Cuando su lengua rozó mi miembro no pude contenerme y solté un leve gemido.
Nnh...-Dije mientras tanteaba en mi pecho para llegar hasta su mano y cojerla con fuerza, para que mis gritos de placer no fueran demasiado fuertes y se enterara el resto del piso. Yo no quería eso, aunque también quería gritar como un loco.
Me pregunté por qué Seimei no me había hecho aquello antes...Se sentía tan bien...
Arqueé mi espalda, mordiéndome el labio fuertemente, consiguiendo hacerme un poco de sangre, pero no nada importante, ni siquiera percibía el dolor.
Aquello también suponía un esfuerzo para mí, de haber estado totalmente relajado, me hubiera venido a la primera de cambio, y aquello era lo que trataba de evitar, ya que quería disfrutar de eso hasta el final.

Terminó sin que me hubiera corrido. Eso era bueno, había aguantado como un campeón, como me decía mamá, aunque todavía sentía la humedad en mi miembro, cuando él me besó, pude saborear mi sabor. Era...extraño. No se podía comparar con ningún otro sabor que hubiera probado antes, pero no me quejé.
Ronrroneé cuando besó mi cuello. Aquel era otro de mis puntos débiles...¿Qué podía hacer? Tenía manías de gato.
Con lo que sí me sorprendí fue cuando me puso a mí encima.
Y venía el dilema...¿Qué hacía ahora?
Intenté tomar un poco el control y hacerme el seductor lo mejor que pude, aunque con una pizca de inocencia.
Empecé besándolo lentamente, mientras que una de mis manos recorría su pecho arriba y abajo, una o dos veces, pero la última me quedé en el borde de sus boxers, pasando el dedo suavemente por ahí, haciéndole cosquillas.
Di por finalizado el beso, mirándolo lujuriosamente, mientras que bajé hacia abajo, y me quedé mirando unos segundos aquel bulto.Lo rocé y masajéé un poco con la mano,todavía por encima del boxer, esperando la reacción del otro.

Escuché su suspiro, y fue como si algo me encendiera por dentro. Ya...no sentía pudor.
Rocé mi mejilla con aquel bulto, como si fuera un gato, y a continuación, bajé sus boxers.
Me tomé unos segundos para contemplar con admiración su hombría, pero rápidamente me puse manos a la obra con mi trabajo, que era sacarlo de quicio, pero antes quería otra cosa.
Mírame...-Así era, quería que me mirase mientras hacía todo aquello y sí, yo era un neko muy malvado cuando quería, pero aquello era lo que quería en ese instante.
Comencé llevándome dos de mis dedos a mi boca, ensalivándolos y luego pasándolos lentamente por toda la extensión, humedeciéndola.
Más tarde, me puse como objetivo probarlo, así que empecé mi trabajo depositando un pequeño beso en la punta, succionando, mientras mis manos estaban en la base del falo, acariciandola.

Cuando dijo que le mirara...no entendia la razon,pero me apoye con mis brazos en la cama y alce mi cabeza,mirandolo mientras habría un poco más mis piernas,mirandole como hacia su trabajo en mi entrepierna.
Me quede mirando todo lo que hacia,se veía muy provocatibo la verdad.Cuando beso aquello..pude notar como mi miembro se erectaba más por aquellos roces que notaba,para ser la primera vez del chico no lo hacia nada mal.
Deje de apoyarme ,ya que me cansaba,con ver un poco me bastaba,ahora solo tenía que concentrarme en excitarme rapido para que pudiera hacer la fase de penetración.
Mmh -No pude evitar soltar un pequeño gemido ,hacia mucho que no lo hacía,ya que logicamente solo lo hice con mi hermano y nadie más.

Continué mi trabajo, metiéndome todo lo que podía de su miembro en mi boca, pegando pequeñas lametadas y enroscando mi lengua.
La verdad, es que yo no había hecho aquello antes, sólo me limitaba a imaginarme lo que me daría placer a mí, y aplicarlo en él. Fácil, aunque no sabía qué me podía encontrar.
Continué sacandome su virilidad, mientras la recorría por uno de los lados, rozando con mis dientes, y succionando una vena que sobresalía por uno de aquellos lados.
No pude evitarlo, pero quería que me evaluaran, así que asomé mi cabeza, lo justo para verme, y le pregunté en voz baja:
Te...gusta?-Dije un poco tímido