La primera noche...

Le acompañé hasta la puerta de su casa agarrado de su mano. Antes de que el metiera la llave en la cerradura, le puse contra la puerta besandole con pasión y acariciándole el pecho y el pelo. Como imaginaba, el haberme caído al río me había provocado fiebre y mi cuerpo reaccionaba diferente hoy...como explicarlo...mi cuerpo se había convertido en una bomba de lujuria desenfrenada que Genis había tenido que aguantar entre sus pequeñas manos aquella noche.

Nada más llegar al portal y en cuanto metí la llave en la cerradura me asaltó con un beso lleno de pasión, tocándome el pelo y el pecho.
Intenté seguirlo como pude, sin que se notara mucho que no llegaba a tan altos extremos de pasión y abrí la puerta de espaldas, mientras la otra mano la hundía en la espesa mata de pelo que cubría la cabeza de Rei, sin apartar ni un segundo sus labios de los míos, rozándole, saboreando su saliva, con los ojos cerrados, muy rojo.
Pasé dentro y salté, agarrándome a él con las piernas en su cintura. R..rei... Le gemí casi sin aliento. ¿M..me llevarás a dormir a la habitacion?.. Qué inocente parecía, en realidad sabía perfectamente, que a este paso esta noche iba a dormir bastante poco...

Case caí arrastrándole conmigo cuando abrió la puerta de golpe. Pensé algo fríamente, casi había estado a punto de violarle en la puerta de su casa. ¿Tanto me gustaba ese niño? Sentí como se abrazaba a mi cintura con las piernas y me preguntaba si le llevaría a su cama a dormir. No creo que fuéramos a dormir...o por lo menos esas no eran mis intenciones para esa noche.
Le acaricié el cabello con ternura. Aquella noche debía deshacerme de toda agresividad...debía ser dulce para que Genis lo pasase bien en su primera vez...
Como tu quieras cosita linda... susurré besandole y llevándole en brazos hacia su habitación.

Le besé con mis manos en su pelo mientras me llevaba a la habitación. Saboreaba su saliva y notaba sus labios contra los míos, mientras que empecé a meter la lengua despacio, ahora que se había calmado un poco.
Abrí la puerta de mi habitación cuando llegamos, para que no me soltara, con una mano, sin dejar de besarle.
Cuando me tumbó en la cama y se puso encima mía, dejé las piernas caer y bajé una mano por su pecho mirándole a los ojos al tiempo que me mordía el labio.
No dormiremos... ¿Verdad? Sonreí algo sonrojado. Se me había pasado el miedo de golpe. Estaba dispuesto pero quería hacerlo por él.

Me tumbé encima suya en la cama besandole con toda la dulzura que pude. Me estaba costando la vida en reprimir toda mi pasión para no asustarle...
No...no dormiremos cosita linda... susurré muy cerca su oído contestando a su pregunta. Esta noche...no....
Aprisioné el lóbulo de su oreja derecha entre mis labios chupándolo. Introduje mis manos por debajo su camiseta y le acaricie sus pezones con cariño sintiendo como su cuerpo se encogía y estremecía y se le escapaban pequeños gemidos de placer.

Se estaba reprimiendo, lo notaba, estaba claro, sus ojos lo decían por si solos, ardían con el brillo de la pasión.
Sabía que esta noche no íbamos a dormir en absoluto, pero me hacía el inocente para jugar un poco con él. Sonreí cuando me contestó, acto seguido se acerco a mi oreja y empezó a morderla y a besarla. No pude evitar que se me escaparan gemidos y que mi cuerpo respondiera poniendose rojo y estremeciendome de placer.
Se me ocurrió excitarle más, cuando metió sus manos dentro de mi camiseta y empezó a jugar con mis pezones; así, seguramente dejaría de reprimirse aunque solo fuera por excitación. Gemí su nombre acompañandolo de jadeos. R..R..Rei...Aaah... Cerré los ojos, estaba muy rojo y toda mi sangre se estaba concentrando en un punto de mi cuerpo.

Cerré los ojos al escuchar mi nombre entre gemidos. Era un sonido parecido al canto de un coro de ángeles. Seguí lamiendo el lóbulo...apenas en unas horas había descubierto que aquel era su punto débil.. Le quité la camiseta besandole el cuello y llevándole una mano al lóbulo de la oreja derecha, ya rojo por las lamidas, y lo acaricie entre mi dedo gordo y el dedo indice.
Con la otra mano, descendí posandole sobre el botón de su pantalón desabrochandolo poco a poco dejando que el tiempo descendiese la alteración de mi respiración y mis latidos.

Seguía jugando con mi oreja; hubo un momento en el que me pareció que iba a reventar, estaba tan rojo... no podía mas asique me mordí el labio para no gemir.
Él me estaba desnudando y yo, estaba tan rojo y jadeante que no podía apenas moverme, pero hice acopio de fuerzas y me incorporé para quitarle la camiseta y acariciarle el pecho con la palma de mi mano, yendo a parar a sus pezones.
Nunca había hecho nada como esto asique me limité a imitarle jugando con su pezon derecho y me aventuré a lamerlo y succionarlo entre mis labios, mientras él ya me estaba quitando el pantalón y bajando lentamente la cremallera, acariciando todo lo que encontraba a su paso.

Hizo gesto de querer quitarme la camiseta. Normalmente, era reacio a mostrar algo de mi cuerpo en publico sobretodo el estomago. Tenía una doble cicatriz, que aunque era pequeña, era completamente indecorosa. Bueno, lo que realmente me molestaba de la cicatriz era que la gente me preguntaba como me la hice y yo no quería recordar aquel incidente. Agradecí el hecho de que no preguntase por ella y se limitara a acariciarme el pecho.
Desabroché el botón. Introduje un poco la mano bajándolo centímetro a centímetro mientras Genis empezaba a acariciarme el pezón lentamente. Cuando empezó a lamer, le quité los pantalones del todo acariciando sus piernas completamente mientras le comía la boca intensamente.

Seguía encima mía, acariciandome despacio y, en cuanto me quitó los pantalones, me abrí de piernas instintivamente. Me apartó un momento de su pecho y acaricié su estómago, rozando una cicatriz por la que no era momento de preguntar y me empezó a besar de nuevo, esta vez con mucha más pasión que antes. Parecía que el gemido había funcionado y se estaba soltando un poco, asique decidí provocarle más metiendo la mano por dentro de sus boxer y acariciandole su miembro despacio, con mis inexpertas manos de niño pequeño.
Me acerqué a su oído todo lo que pude, apartándome de la prisión de sus labios. Después de esto, no sabía que hacer pues era novicio en estos temas asique, le pregunté. ¿Q..que hago..a..ahora..? Me sonrojé mucho tras esta pregunta, ya que le había confirmado mi virginidad por completo.

Sentí como me acariciaba la cicatriz. Le sonrió aun besandole y dejé que introdujera sus manos y acariciase mi miembro ya erecto. Se deshizo de mi beso con dificultad ya que yo no quería separarlos ni un segundo. Acercó su cabecita a mi oído y me susurró que le diera alguna referencia para seguir que el era virgen y no sabia que hacer en ese momento, bueno, me dijo todo eso en tres cortas palabras dichas en un tartamudeo que denotaba su timidez y inexperiencia.
Deja que yo me encargue de todo cosita linda... dije agarrándole el miembro por dentro el bóxer mientras con la otra mano se los quitaba logrando desnudarle por completo.

Esta noche...solo disfruta....

Ya estaba completamente desnudo, mientas que a él le quedaba todavía la parte de abajo. Me estremecí, me di cuenta de que estaba completamente desnudo y abierto de piernas, asique le dejé que me tocara, que me hiciera suyo, mientras le desabrochaba el botón del pantalón y lo dejaba caer. D..disfrutaré... Eché la cabeza hacia atrás mientras jadeaba. Me encantaba como me acariciaba, el pecho, iba bajando, hasta encontrarse con mi miembro ya erecto desde hace un tiempo y lo iba acariciando, sacando el máximo partido de sus dedos y mi piel.

Deslicé mis dedos indice, corazón y anular por su miembro acariciándolo lentamente mientras con la otra le acariciaba la cintura lentamente haciendo que disfrutase del contacto suave de mis dedos, que sintiese ese cosquilleo dulce en su piel y en su miembro....
Empecé a besarle el pecho dejando que siguiera desnudándome aunque hizo que le costara bastante. "Lo bueno se hace esperar" eso era filosofía de vida. Besé dulcemente el pezón derecho aprisionándolo entre mis labios i rozándolo con la punta de la lengua mientras con la otra mano fui bajándole la piel de su miembro poco a poco.

No paraba de gemir. Lo hacía demasiado bien.
Mientras jugaba con su boca y mi pezón, intenté bajarle los boxer como podía, entre jadeos y gemidos.
Rei...Ngh...Aah... Me encantaba gemir su nombre mientras él me tocaba y se deslizaba por mi piel.
Mientras él jugaba con mi miembro, despacio, bajando la piel que lo cubría, yo intentaba besarle todo el tiempo que mis labios me permitían el no gemir.
Estaba seguro de que iba a reventar, iba a reventar de placer y de gusto, no podía más, a este paso me iría demasiado pronto y no quería que eso pasara asique me mordí el dedo con fuerza, con los ojos cerrados.

Dejé que me besara tras bajarle la piel dejandole al descubierto la cabeza de su miembro. Le comí la boca despacio dejando que introdujera su lengua y acompasándola con la mía haciendo que danzaran sintiendo el aroma de su aliento a alcohol y chocolate.
No podía mas. Iba a reventar. O le hacia algo pervertido o me moría ahí mismo de la lujuria almacenada.
Agarré su miembro con mi mano y empecé a acariciarlo de arriba a abajo masturbandole. Separé mis labios de los suyos y le besé en el cuello mientras con la otra mano le acariciaba el culo.

Si sus caricias ya me estaban matando de por sí, cuando empezó a jugar con mi cuello, mi miembro y mi culo estaba oficialmente muerto. Necesitaba gemir más alto, hacerle algo yo también, mi cuerpo me lo pedía, asique, le metía mano y le pellizcaba los pezones sin parar de gemir.
Ngh...Ah...Me...correré...Ngh... Conseguí decirselo mientras me mordía el labio inferior, aguantando todo lo que podía.
Le imité y comencé a masturbarle con una mano mientras con la otra jugaba con los pezones, viendo como cada vez se excitaba más.

Dejé que jugara con mi cuerpo todo lo que quisiera gimiendo evitando decir su nombre.
aa...aah...hng....aa...
Oí como su respiración aumentaba y su miembro se hinchaba un poco mas. Se iba a correr. Segundos después de haber llegado a esa idea, me indicó que lo haría si seguíamos así. Me sorprendió el hecho de que supiera que era correrse. "Es virgen no no un crío" me dijo una voz en mi interior. Estaba tan confuso que no sabia si aquello lo dijo mi mente, enloquecida por el cuerpo desnudo de Genis, mi miembro, completamente extasiado, o mi corazón, llenado de emociones que siempre solía reprimir.
Gemí y le acaricie la entrada dulcemente con el dedo indice de mi mano derecha. Seguí masturbandole besandole cada vez mas abajo....

Me estaba pasando el dedo por la entrada, justo cuando no pude más. Me besó en la punta y dió un lametazo cuando las gotas de semen saltaron por mi pecho mientras gemía su nombre con todas mis fuerzas. Sin duda alguna, reventé de placer. Estaba extasiado, sudando y jadeando con todo el pecho lleno de semen.
Miré a ver la cara que se le quedó, parecía bastante contento. No sé que pasaría ahora, pero quería más. Estaba jadeando rojo y mirándole debido al cansancio pero no quería parar ahi. Quería que él tambien llegara al máximo como lo hice yo, asique continué masturbándole cada vez mas rápido, jugando con su pecho, su cuello y mis labios.

Deposité mis labios en la cabeza de su miembro besandolo con dulzura y cariño. Gimió intensamente y levantó un poco la cintura a punto de correrse. Rápidamente, me metí la mitad de su miembro en la boca mientras el se corría. Llegué un poco tarde, algo de semen chocó contra mi cara y rebotó manchandole el pecho.
Le metí el dedo por la entrada....si quería hacérselo esa noche...tenia que hacer que dilatara antes....En cuanto le metí un dedo, se enroscó a mi besándome mientras me acariciaba el pecho y le cuello jugando con ellos. Saqué y metí el dedo cada vez mas rapido haciendo dilatar su pequeño culito de uke.

Ví como cogía un poco de semen y me lo pasaba por la entrada, introduciendo su dedo corazón.
Continué jugando con su pecho y moriendole lentamente, para no gemir mucho más, estaba montando un verdadero escándalo.
En cuanto empezó a estimular mi entrada con su dedo no pude evitar apartarme y gemir en su cuello, agarrándolo con ambos brazos, mientras me abría más para que le fuera más fácil jugar con esa zona.
Me encantaba, nunca pensé que me fuera a gustar tanto, asique no estaba muy preparado para esas sensaciones.
Su calor, el que irradiaba, que chocaba contra el mío hacía que esa habitación se estubiera sobrecalentando. Noté como empezaba a sudar y pasé mi mano por su rostro algo sonrojado por el calor, sin parar de jadear por sus movimientos en mi entrada.

Le besé dulcemente notando su sudor y el mio mezclándose en un aroma extraño pero a la vez seductor que se extendía por la habitación. Deseoso de intrucirme en su cuerpo, ayudé a que su culito dilatara metiendo un segundo dedo. con la otra mano, le acaricié el cabello con dulzura mientras introducía mi lengua en su boca.
Mi miembro iba a estallar. Necesitaba desesperadamente ese contacto contra el cuerpo de Genis. Necesitaba ser el primero en su cuerpo, en su vida....
Me dejé seducir por sus gemidos y le tumbé por completo en la cama besandole la entrada y acariciándosela con la lengua.

Menos mal que me besó, los vecinos iban a acabar con dolor de cabeza con tanto gemido.
Mientras me besaba, acaricié su lengua con la mía intentando introducirla todo lo que podía en su boca, saboreando su saliva, aspirando nuestro aroma.
Cuando metió un segundo dedo, comencé a pensar en lo que me iba a doler. Estaba seguro de que me dolería bastante, ya que ese segundo dedo me provocó ya un poco de dolor. Lo único que se me ocurrió hacer para que él no pensara mucho en ello y no se echara atrás a estas alturas era en continuar gimiendo, y eso hice.
Mientras yo gemía comenzó a lubricar con su saliva y el semen que cubría mi pecho. No me parecía mal si eso reduciría el dolor asique le dejé e intenté facilitarle el trabajo jugando con el pelo de su nuca.

Me levanté tambaleante. Había tenido una idea para que Genis no se aburriera mientras lubricaba. Me puso encima suyo dejando mi cintura a la altura de su rostro y empecé a mover la cadera acariciándole el rostro con mi miembro. Dejé que lo cogiera y toqueteara mientras seguía lamiendo su entrada.
Sentí como sus labios acariciaban la punta de mi miembro. Me estremecí de placer. sin poderlo evitar, metí la lengua y empecé a moverla dentro lubricando el interior.

Se levantó y se colocó encima mía, poniendo su miembro contra mi cara y pasándolo un par de veces. Sonreí pícaro. Por fin podría hacer algo al mismo tiempo que él.
Lo cogí y lo toqué un poco antes de besar la punta con cuidado, apartando la piel que la cubría y besando de nuevo el glande desnudo.
Usé la lengua para rodearlo de saliva, así, estaría más lubricado a la hora de la penetración y supongo que sería menos doloroso.
Esta era mi primera vez asique me centré en llenarlo de saliva. Me lo metí hasta la garganta, sintiendo unas pequeñas arcadas, pero se podían superar, mientras él introducía su lengua y lubricaba la parte interior de mi entrada.
Continué pasando la lengua por toda la superficie lateral y rozándo las venas que veía con los labios, succionando un poquito.
Nngh... v..vamos... Me aparté para animarle, yo, ya estaba preparado.

Después de lubricarmelo durante unos minutos, se apartó tumbándose un poco mas lejos en la cama y me dijo que se lo hiciera. Completamente preparado, me tumbé encima suya acariciandole la mejilla con mis labios mientras acerqué despacio mi cintura contra la suya haciendo un poco de presión entre la cabeza de mi miembro y su entrada.
De nada servia preguntarle si estaba preparado o no, ya sabia que si, pero...necesitaba verle el rostro mientras se la metía de golpe....
Le miré la cara esperando aluna señal por su parte.